Y ahora… ¿Qué?

(Artículo publicado en el blog de los Empleados Públicos de Málaga)

Y ahora... ¿Qué?

 Han pasado seis días desde que las urnas hablaron en Andalucía, y no puedo ocultar la desazón y desconsuelo que me invade. No creo que sea un sentimiento que me afecte a mí sólo, supongo que todos los que hemos estado implicados en esta lucha contra la Ley del Enchufismo nos sentiremos igual.

   

 Pancarta. Manifestación 13N

A muchos supongo que se les habrá pasado por la cabeza la misma reflexión que a mí, ¿Cuatro años más luchando contra esta Junta, las Agencias, los enchufados, en la calle, pitando a Consejeros, mojándonos en manifestaciones, y usando nuestro tiempo y nuestro dinero en una lucha que en realidad es por todo el colectivo de empleados públicos y por una administración independiente al servicio del ciudadano?

Seguro que a muchos también se les ha pasado por la cabeza que el tiempo empleado, este año y medio, ha podido ser una pérdida de tiempo. A mí también si se me ha pasado por la cabeza. Pero, ¿Cuál era la alternativa? ¿Dejar que el PSOE consolidara su cortijo sin ofrecer ni un mínimo de resistencia?. ¿Dónde hubiese quedado nuestra dignidad? Yo personalmente no podía consentirlo, y muchos de vosotros tampoco. Por tanto, el sentimiento es agridulce, por un lado, no hemos derrumbado el cortijo, pero por otro, debemos tener la conciencia muy tranquila de haber hecho todo lo que estaba en nuestra mano para derrumbarlo.

Nuestra lucha y nuestra oposición a la Ley 1/2011 no es una cuestión ideológica o política, es una cuestión de conciencia y de principios. Andalucía no puede ser el cortijo de unos pocos. Nadie mejor que nosotros sabe lo que se cuece dentro de los muros de la Junta. Y para muchos de nosotros los decretazos y la Ley 1/2011 fue la gota que colmaba el vaso.

Es increíble que aún haya gente que piense que hemos empleado tanto tiempo, esfuerzo, y dinero para que el PP llegase al Gobierno de la Junta de Andalucía. Sería increíble, sobre todo porque los propios interesados de ese partido, afiliados y cargos, no se han esforzado e implicado ni la décima parte que nosotros en el derrumbe del cortijo, y en obtener una victoria que muchos daban por segura e inevitable. Mientras nosotros luchábamos en las calles, el PP se sentaba a esperar para ver pasar el cadáver del gobierno de Griñán, sin despeinarse si quiera en un debate que confrontase programas en Canal Sur.

  

En estas elecciones ha tenido mayor peso el intento de mantener la red clientelar, el “status quo” y el miedo a lo desconocido. Y en este caso además, lo desconocido es la estigmatizada derecha, la del señorito Arenas. Ha pesado más la posibilidad de mantener la situación actual, por mala que esta sea, y el miedo a que la derecha elimine el estado del bienestar. Y es que para muchos ciudadanos que finalmente han optado por votar al PSOE ha tenido más importancia eso que los casos escandalosos de corrupción, como los 1.400 millones de euros que durante 10 años se han empleado desde la Consejería de Empleo sin control en expedientes de regulación de empleo con intrusos del partido, familiares y amiguetes, que el tema de Invercaria, o que el dinero público gastado en cocaína y fiestas … al fin de al cabo, en Valencia hacen lo propio los del PP y tampoco les pasa nada, mantienen su mayoría absoluta. Muchísimo menos han tenido en cuenta la circunstancia de que 35.000 enchufados afines al cortijo sin oposiciones iban a acceder a la categoría de empleado público, mientras el paro en Andalucía llegaba a los 1.200.000 parados.

El tema de la corrupción, ha sido un tema recurrente en la campaña. A cada caso andaluz, se contestaba por parte de los socialistas con lo que ocurre en Valencia. Igual algún día los andaluces tenemos derecho al voto de castigo al PP en las elecciones a la Generalitat Valenciana. Igual esto es lo que piden los socialistas andaluces. Pero está claro que en justa reciprocidad, los valencianos deberían poder castigar con su voto al PSOE en las elecciones a la Junta de Andalucía. De momento, sólo podemos castigar la corrupción en nuestras respectivas comunidades autónomas, y no en la del vecino.

Tan tan preocupados están los socialistas con lo que ocurre en Valencia, que uno se pregunta ¿Cómo podemos los andaluces acabar con la corrupción en Valencia con nuestro voto? ¿Ven los socialistas andaluces la corrupción que ocurre a cientos de kilómetros y no la que tienen en la puerta de casa? ¿Nos preocupa más que roben en casa del vecino que en la nuestra?. Es aquello de la paja en ojo ajeno y la viga en el propio, sin duda.

Dicen que el pueblo es sabio, y que sabe lo que votan. Yo coincido con esa idea. Es normal que la sociedad andaluza quiera el mantenimiento de lo poco y malo que tiene y creer ciegamente en una mejora futura del estado del bienestar, y que todo aquel que necesite una ayuda o una subvención la obtenga, para dependencia, para el paro agrario, para el desempleo. ¿Quién en su sano juicio querría renunciar a eso? Con esto ha jugado el PSOE en campaña. Han metido miedo a la sociedad a todos los niveles. Nadie quiere renunciar al estado de bienestar con su voto. Está claro.

Para ilustrar esto, comentaré una anécdota. El jueves anterior a las elecciones, me encontré a dos Jefes de Servicio de mi Delegación haciendo campaña por el PSOE en la Plaza de la Constitución. Tenían un stand montado y repartían octavillas en las que por una cara se podían leer las idílicas bondades de la gestión socialista, por todos conocidas, y por la otra cara, un relato que era una mezcla de las siete plagas de Egipto y del Apocalipsis, si entraba a gobernar Javier Arenas en Andalucía. En definitiva, meter miedo al cambio. El “que viene la derecha” de Alfonso Guerra en formato octavilla a todo color. Pulsa sobre la imagen sin miedo a la derecha, para leerla:

Octavilla del PSOE. Elecciones al Parlamento de Andalucía 2012

 Me parece muy significativo el hecho de encontrar a dos Jefes de Servicio, PLD, de la administración supuestamente de todos, haciendo campaña a favor del PSOE. Dos reflexiones me asaltaron en aquel momento, la primera, menuda administración independiente al servicio del ciudadano que tenemos, y la segunda, vaya cosas que hay que hacer para que el cortijo no se derrumbe, y los PLD mantengan su estatus en la administración. Menudo papelón el de “asustaviejas” de dos Jefes de Servicio de la administración autonómica haciendo campaña. Sinceramente, era lo último que me quedaba por ver.

Otra anécdota de estos días pasados. El mismo domingo 25 de marzo, jornada electoral, me encontré con un compañero de fatigas contra la Ley 1/2011 que abandonó la primera línea de batalla hace tiempo. Era el “parado-opositor” al que la policía pidió el DNI conjuntamente conmigo, el día de la pitada en el Desayuno del Foro Cinco Días con Felipe González y la candidata al Ayuntamiento de Málaga, María Gámez. Dejaba de preparar las oposiciones, y emigraba a Irlanda a buscar trabajo y aprender inglés. Esta circunstancia es para hacernos reflexionar a todos. Andalucía, de nuevo, tierra de emigración. Andalucía, tierra donde sólo el arrimado al poder, tiene la vida resuelta. Andalucía, tierra donde los nuevos caciques y los suyos son los que se permiten el lujo de no buscarse la vida en otras tierras. Todo el que quiera prosperar fuera de la sombra protectora del cortijo, lo tiene muy difícil. Malvivir con trabajillos temporales en la economía sumergida, o emigración, esa es la alternativa.

Creo que es el momento, pasados unos días, de analizar la situación que se presenta a partir de ahora en Andalucía. Sólo se puede llegar a la conclusión de que el cortijo está apuntalado, pero herido de muerte. Por un lado, deberá “repartirse el pastel” con IU, y además, IU intentará imponer condiciones, muchas de ellas, inaceptables para el PSOE. Aunque el otro día escuché una expresión que me encantó, “el poder hace como el Loctite con formaciones políticas”, y según cuentan ayer Susana Díaz estuvo “roneando” a Valderas en la manifestación del día de Huelga General en Sevilla. Loctite puro sin duda, pegamento de contacto.

De todas maneras, no debemos olvidarnos la faceta judicial. Por un lado, la Ley de Reordenación está en vigor, pero todos sus efectos sobre la integración del personal que proviene del sector público empresarial están paralizados. El Constitucional tiene que manifestarse sobre el recurso que presentó el PP, y en cualquier caso, los recursos de casación que presente la Junta de Andalucía acabarán en el Tribunal Supremo, que tendrá también que decidir sobre el tema.

 

Mariano Aguayo

Tampoco olvidemos otro detalle. Izquierda Unida, los próximos socios de gobierno del cortijo, tienen gentes de muy diferentes sensibilidades, como demuestra el hecho de que mientras Valderas mantiene una actitud tibia y condescendiente con la reordenación, Sánchez gordillo se ha manifestado absolutamente en contra de ella, participando en algunas de nuestras manifestaciones.

Otra circunstancia judicial son los procesos por corrupción del cortijo, todos en marcha. Por más que se quisiera presentar a Mercedes Alaya como una jueza al servicio del PP, lo cierto es que ella seguirá llamando a declarar a imputados, imputados que van a cantar todo por salvar el pellejo, implicando a sus superiores. Varios Consejeros de Empleo acabarán salpicados, incluido el actual, Manolo Recio. Y la Consejera de Hacienda y Admón. Pública, Martínez Aguayo, también acabará de una u otra manera salpicada, por hacer caso omiso a los informes de la intervención general de la Junta de Andalucía sobre las irregularidades en los procedimientos de los ERE. Y finalmente, igual el propio Griñán acabará salpicado.

Cuando llegue esta situación…. ¿Aceptará IU seguir apoyando a un gobierno en cuestión y cuajado de imputados por corrupción? Si lo hace después de haber prometido en campaña hasta la saciedad la lucha contra la corrupción en la Junta de Andalucía, ¿Cómo responderán sus bases? ¿Y sus electores en próximos procesos electorales?

Pero no será, bajo mi punto de vista, las divergencias con IU ni los procesos judiciales los que acabarán con el cortijo, sino la situación económica. El gobierno socialista de Griñán, era el primero que estaba convencido que iba a perder el poder. Por esto le ha importado poco la estabilidad presupuestaria, y en estos tres primeros meses hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, en la creencia de que el marrón presupuestario le iba a tocar arreglarlo a Javier Arenas.

Pero no ha sido así. Hemos vaciado las arcas despilfarrando estos últimos cuatro meses. Si, cuatro meses, porque recordemos que cerramos el ejercicio presupuestario a finales de Noviembre pasado, por lo que este ejercicio presupuestario tiene 13 meses.

Me contaban ayer que en una guardería concertada con la Junta, han estado cobrando la mitad de lo que les corresponde durante estos 4 últimos meses, con la promesa de que a partir de mayo iban a pagarles lo que le dejasen a deber, y empezarían ya a pagarles normalmente. También me cuentan que en cierto chiringuito de la Junta con sede en el Parque Tecnológico, deben 4 millones de euros a proveedores, y que a duras penas se está pagando mensualmente la nómina.

Todo esto y muchas más cosas que todos conocéis, parecen un campo de minas presupuestario para hacer imposible la tarea de gobierno para el que ganase las elecciones del 25 de marzo, que según todas las previsiones, iba a ser Javier Arenas.

Por mucha alegría que demostrasen los cortijeros la noche del 25 de marzo, ahora llega la cruda realidad. Van a tener que afrontar una legislatura que es un campo de minas, en buena parte sembrado por ellos mismos, para recibir al gobierno del PP de Javier Arenas, sin un duro, en una actitud de irresponsabilidad suprema en la actual situación de España.

Caso de conseguir sortear la negociación con IU para la Legislatura y los procesos judiciales, la situación económica es imposible de esquivar. No hay dinero, lo sabemos todos, y no se podrá pagar ni lo que se debe, ni el gasto comprometido futuro. El gasto corriente es simplemente, insostenible. El gasto en inversiones, un imposible.

La jugada de Griñán es clara en esa situación, acudirá a pedir dinero a Rajoy, que, evidentemente, no va a jugarse la estabilidad presupuestaria de España con Andalucía, para que aquí en el sur continúe la fiesta, EREs y cocaína incluidas, mientras el resto de España se ajusta el cinturón. España no puede permitirse que una comunidad autónoma que es el 20% del Estado, nos lleve a situaciones parecidas a las que vive Grecia por su corrupción, su despilfarro, y por mantener a sus 35.000 enchufados (más los que traigan los nuevos camaradas de IU).

Por tanto, es muy posible que lo que no hemos conseguido los funcionarios en la lucha contra la reordenación y contra la Ley 1/2011, lo haga inevitable la situación económica, porque, si hay que recortar…¿Van a cerrar colegios, hospitales, centros de mayores, ambulatorios, o juzgados?. Igual lo más fácil es cerrar chiringuitos y despedir a los “laborales subrogados” y externos, que son 35.000 nóminas.

Al fin y al cabo, la reforma laboral abarata el coste de la operación, y el TSJA ha determinado que la integración es ilegal. Lo tienen a huevo. Esto es algo que habían dejado para Javier Arenas, para culparle de la “destrucción de empleo público” y que ahora ellos se verán obligados a hacer. Tendrán que despedir a sus enchufados.

Y por fin, estos, los subrogados, los enchufados, se darán cuenta de que ambos colectivos de trabajadores tenemos un enemigo común que no es otro que el Gobierno socialista que nos ha gobernado en Andalucía desde el principio de la autonomía.

Hay una frase de Margaret Thatcher que resume a la perfección la situación actual:

“El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… de los demás”

Y yo parafraseándola pronostico lo siguiente:

“El cortijo se derrumbará cuando se les acabe el dinero… de los demás”

 

No me gustaría volver a equivocarme, después de haberme lanzado a los brazos del calendario Maya, aquella misteriosa y lejana civilización que desapareció misteriosamente en el año 800 de nuestra era, y anunciar de nuevo el fin del cortijo, pero me da la sensación de que, como le ocurrió a aquella civilización, el cortijo desaparecerá por falta de recursos.

En el caso de los mayas fue un periodo prolongado de sequía, y en el caso del cortijo, será un periodo prolongado sin el dinero de los demás, es decir, de las partidas económicas procedentes de la solidaridad Europea y del resto de los españoles, partidas que durante decenas de años estaban destinadas al fin imposible de recortar el diferencial de desarrollo con los demás conciudadanos europeos y españoles, objetivo quimérico con los Gobiernos socialistas de estas tierras, que han empleado los fondos de cohesión europeos para montar su gran tela de araña. Para ellos siempre ha sido más rentable emplearlo en la compra de votos, y en mantener la red clientelar del cortijo.

Si nos desarrollamos y nos liberamos de la dependencia del cortijo, igual Andalucía les vota a los otros, y eso sería para ellos el fín. Si Andalucía no depende económicamente del cortijo, igual la gente empieza a pensar por si misma y deja de ver Canal Sur, y eso es un peligro para el Régimen.

Personalmente no renuncio a la lucha contra el cortijo, ni contra la reordenación que trajo la Ley 1/2011, simplemente han cambiado las circunstancias, y todos debemos esperar y ver cuál es el nuevo escenario, para después plantear nuevas estrategias.

Para mí, y espero que para todos, con estas Elecciones al Parlamento de Andalucía, la Guerra NO ha terminado.

¡NO VAMOS A PARAR!

¡JUNTOS, PODEMOS!

 

Mainake